En verano la piel de tu cutis sufre el doble. Sigue esta rutina y estarás radiante.

¡Hola! Ya es viernes y aquí os dejo con el primer post del blog. En el que me encantará que me dejéis vuestros comentarios y así poder interactuar más con vosotras 🙌🏻🙌🏻🙌🏻🙌🏻

En primer lugar, decir que esta es mi rutina real y es la que a mi me funciona desde hace muchos años. Mi piel en verano se vuelve algo más mixta-seca y puedo prescindir más a menudo de algunos productos de acabado, pero esto os lo iré explicando a lo largo del post.

¡Vamos a ello!

Mi rutina comienza en la ducha, evitando que el agua me toque mucho la cara o que esté muy caliente. Aunque a veces debo de reconocer que es absolutamente necesario posicionarse bajo el chorro de agua caliente, para que todo el estrés acumulado se vaya por el desagüe. Evito esto para no salir roja rojísima de la ducha y por la cal, que me deja la sensación de piel acartonada, y esto a las pieles secas no nos gusta nada. Tampoco se lo recomiendo a las pieles grasas o con poro dilatado ☝🏻

Una vez fuera de la ducha, cojo un algodón y Agua Micelar de Bioderma para pieles sensibles y así empezar a remover el maquillaje, o la suciedad si no voy maquillada, es la del tapón rosa. A toques y pequeños deslizamientos voy por todo el rostro evitando los ojos a los que les paso unas toallitas específicas para ellos, sirven para limpiar el párpado, pestañas y borde palpebral de la marca Optiben. Noto mucho mejor mis párpados cuando paso estas toallitas. Este paso lo hago al final de la limpieza.

A continuación, lo que suelo hacer para retirar los restos de agua micelar, maquillaje etc… es jabonarme toda la cara con una pastilla de jabón de avene para pieles secas.

Para terminar con el ritual de limpieza de forma correcta, paso un tónico. El que estoy utilizando últimamente es el de vitamina E de The Body Shop, para retirar los restos del agua micelar. Aunque debo de decir que me han recomendado de la misma línea, otro paso para equilibrar el ph de la piel y para que esta se beneficie mejor del tratamiento que utilice después. En cuanto lo pruebe, que la verdad, me han creado curiosidad, os cuento si lo dejo como cuarto paso o no.

Una vez terminada la rutina de limpieza paso directamente a la aplicación de aceite de jojoba para hidratar mi piel y mi protector solar de Heliocare con spf 90 en textura gel. El protector solar lo uso los 365 días del año. La razón es que voy protegida, me encanta como deja mi piel, no me pican los ojos y no me sale sarpullido por el sol cuando estoy directamente expuesta a él, que suele ser entre 15 y 20 minutos de reloj ya que no me gusta nada ponerme a la parrilla 🙊. Si estoy en la playa lo aplico cada poco, para no quemarme. Si, soy un autentico personaje para ir a la playa, pero este es otro tema del que puede que nunca os hable 😂😂😂😂😂

Otra de las cosas que hago es observar mucho mi piel, de esa forma he aprendido a darle lo que necesita, ya que no siempre la tengo igual.
A veces siento que solo necesita el protector solar, otras en cambio veo que puede necesitar acabado o hidratación extra y en función de esto aplico un aceite que puede ser de jojoba o de almendras, los empleo desde que tengo uso de razón. Las abuelas hicieron mucho bien con la utilización de los aceites. Estos aceites nos aportan humedad a la piel, pero también acabado. 

Cuando hablo de acabado me refiero a un efecto óptico, ya sea una piel algo más mate o con luz, pero siempre desde el equilibrio.

Cuando creamos cosas que no existen de forma natural las hacemos más visibles y desde mi opinión menos bonitas.

Muchas ya sabéis que parte de mi trabajo es descubriros cuáles son los colores que más os favorecen, pero también el acabado y en mi caso concreto el acabado que más me favorece es el mate. Esto no quiere decir que no hidrate o cuide mi piel, lo hago, y es a lo que doy más importancia. Para ello aplico aceite de jojoba por la mañana, que de entrada tiene una absorción más rápida, dejando un acabado luminoso sin parecer que te has dado “aceite” en la piel.

Nota: En mi caso concreto no utilizo ningún tipo de iluminador ya que mi piel de forma natural reflecta mucha luz y no siento que sea necesario, pero lo cierto es que tengo en mente un producto con esta finalidad del que ya os hablare si me decido a probarlo.

Por último, si siento necesidad de una hidratación extra en mi piel aplico fina patina de Nivea Soft O si veo que lo que necesita es más un toque extra de acabado aplico un producto embellecedor hidratante que compro en farmacia de la marca Galenic, siento que unifica y da luz, pero de forma natural.

Una vez terminada la rutina de cuidado de la piel, comienzo a maquillarme, como siempre de una forma muy sutil para dar un aspecto de buena cara, y a la que a muchas os encanta. De esto y de los productos que uso en mi, podría ser una nueva entrada en el blog. Así que si os apetece que os hable de esto dejármelo en comentarios y pronto lo tendréis.

Bien, ya tenemos la rutina que yo sigo para el día, ahora vamos a por la de la noche.

Mi rutina de noche es exactamente igual en cuanto a la limpieza, pero para hidratar simplemente aplico el aceite de jojoba si no siento muy seca la piel o por el contrario el aceite de almendras, de este si que os digo que la absorción es más lenta y puede dar aspecto de “piel aceitosa”. Y si veo que la rosácea quiere brotar, aplico una crema específica de Uriage para tratar este problema, pero en zona localizada, es decir, en mis mejillas. Es lo único que me funciona para frenarlo y para no estar durante días tratando el brote. La compro en farmacias, aunque últimamente tengo problemas para encontrarla.

Habréis notado que no hablo de contorno de ojos, en mi no los uso, esto ya son manías, simplemente me acerco con cuidado con el aceite a la zona donde en un futuro inevitablemente aparecerán las patas de gallo.

En los labios siempre aplico un bálsamo y ahora mismo el que llevo a todas partes es el de Letibalm. Lo aplico antes de maquillar mis labios y por las noches. Y si voy a estar expuesta al sol, aplico uno con spf 50 de farmacia de la marca La Roche Posay.

Sobre la exfoliación tanto de rostro como de labios, deciros que es parte fundamental en mi rutina y actualmente lo hago entre 2 veces por semana, sobre todo cuando veo que el grano de mi piel o textura es irregular. La razón de hacer esto es la de eliminar las células muertas, polución y que los productos penetren mejor. De nada sirve aplicarse producto hidratante, si la piel no esta optima para recibirlos adecuadamente.

Por último, suelo llevar un tarrito pequeño de Nivea Soft en el bolso, y si veo que mi piel está apagada me doy un poquito, incluso estando maquillada. El truco es no frotar la piel y aplicar a toques adaptando la mano al rostro. También existen brumas para rehidratar el maquillaje, son las que uso en el estudio. La cosa es que en mi bolso ya no entra una cosa más y al menos el tarrito de nívea es cómodo de llevar.

Esta es mi rutina, y como veréis muy básica y sin utilizar productos de marcas de gama alta, pero es la que a mi me funciona. Dicho esto, siempre os recomendaré acudir a un dermatólogo para revisar el estado de vuestra piel. Ellos son los únicos que pueden hablarnos claramente sobre ello.

Bueno chicas, espero que os haya gustado, gracias por regalarme unos minutos de vuestro tiempo para leerme.

¡Hasta pronto!